El 7 de junio es el ‘Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos’.
Un alimento es una sustancia natural, semielaborada o elaborada, que ingerida proporciona los materiales y la energía necesarias para mantener la vida en buen estado de salud.
Para poder comercializarse, los alimentos deben reunir ciertas características que están dadas en la legislación alimentaria (inocuidad, nutricionales, las organolépticas, y las comerciales). Cuando cumplen estas condiciones, se dice que el alimento es genuino.
Existen diferentes situaciones que pueden hacer que un alimento deje de ser genuino, tales como alteraciones, falsificaciones, contaminaciones, las que pueden resultar peligrosas si se pierde la inocuidad, convirtiendo al producto en no apto para el consumo humano.
La legislación alimentaria define cada una de las causas de “no genuinidad”. Los alimentos están constituidos por ingredientes, término que incluye a las materias primas, los aditivos y los coadyuvantes tecnológicos.
ROL DEL MANIPULADOR DE ALIMENTO
El manipulador tiene la gran responsabilidad en la prevención de las enfermedades que pueden ocasionar los alimentos que se ingieren, ya que existen situaciones que favorecen las intoxicaciones o las infecciones de ese origen, situaciones que pueden ser controladas por él. Entre las más comunes se encuentran:
-Temperatura inadecuada (conservación de alimentos a temperatura ambiente, cocción inadecuada, refrigeración insuficiente, no mantenimiento de la cadena de frío, etc).
-Manipulación incorrecta
-Condiciones de higiene deficientes
-Preparación de los alimentos con demasiada antelación a su consumo o en grandes cantidades.